TOO MANY DRUGS EN LA VIDA

RIGOBERTA HA DADO EN EL CLAVO: DEMASIADAS DROGAS Y MUY POCO ESPÍRITU

No me entendáis mal, este post no va de abuso de sustancias

La canción empieza así:

«No tenía ganas de saltar una vez más. Me quedé de lado sin saber reaccionar. Son muchos años buscando aquí la felicidad o el despertar. Y es que ningún lugar es el erróneo, ¿Qué más da? todo andará. Pero mi cuerpo está tan harto de tambalear»

Con esa sensación te encuentras muchas veces, como en un videojuego en el que no te pasas la pantalla, porque saltar otra vez, que es lo que acostumbras, ya no te sirve. Muchos años buscando algo, llámese felicidad hoy, mañana otra cosa. Cambias de sitios, parejas, incluso trabajo, y te das cuenta de que por ahí no va, pero…¿Por dónde entonces? Y empiezas a sentir que en todo eso no reside el error, y que estás cansadx de jugar al mismo juego.

Y sigue:

«Me voy, ahora halaremos de que todo estará bien, tomando un té. Y a las 6, debatiremos sobre qué es lo que hay que hacer para crecer. Me voy, todo está bien porque es que siempre estuvo bien, y estará bien. Me voy, sigo el camino y con mi ego ya veré, como lo haré».

Y empiezas a sentir que tomas distancia del piloto automático que te hacía hacer las cosas porque sí, y sientes que las situaciones cotidianas que antes te desahogaban ya no te sirven, porque al tomar distancia, ves que fuera está todo aparentemente bien, que es más una sensación tuya. Y ahí sientes que te vas, pero hacia dentro, a hacerte preguntas.

Porque la TERAPIA a veces empieza cuando unx va hacia dentro porque siente que algo no va bien, que tambalea, que repite y ya no le vale el mismo juego, aunque «fuera todo esté bien».

Y termina:

«Y es que yo siempre intentando entender cosas que tienen que ver con el ser. Y es que yo siempre intentando soñar, y al final todo reside en mirar que dentro yo tengo un palacio real lleno de cuartos donde patinar».

Si, suele pasar que el movimiento hacia dentro reside en mirar, y ahí cada unx encuentra cosas que lo sacan del automático. Rigoberta encontró un palacio real en el que patinar. ¿QUÉ ENCONTRARÍAS TÚ?